Día 1: Brujas
Charleroi
A la vuelta de nuestro viaje de Polonia teníamos 3 días que los aprovecharíamos para ver Brujas, Gante y por último Bruselas. Nuestro avión aterrizó en el aeropuerto de Charleroi a media tarde, después de recoger las maletas nos dirigimos a los stands de alquiler de coche, con el objetivo de conseguir el mejor precio posible para los tres días. Finalmente en Hertz alquilamos un Opel Corsa diesel, era de los primeros "Stop and go" que conducíamos, nos costó varios kilómetros hacernos al coche, pero ya estábamos montados y con destino a Brujas. Las autopistas son una maravilla, no pagamos ningún peaje y estaban en perfectas condiciones, todo era línea recta!
Habíamos alquilado una habitación a través de Booking, en concreto el ibis budget Brugge Centrum. La ubicación del hotel estaba un poco alejada del centro, pero Brujas tampoco es una ciudad tan grande como para plantearnos algo más céntrico. Llegamos a eso de las 23:00, aparcamos el coche en el parking gratuito que hay al lado de la estación, con las maletas en la mano entramos al hotel. Lo único que queríamos era descansar un poco y aprovechar la mañana siguiente madrugando lo máximo posible para poder ver todo lo imprescindible. El hotel realmente estaba muy bien, la cama era muy cómoda y pudimos descansar sin problemas.
Brujas
Desayunamos en el propio hotel, la verdad que por el precio que tenía el desayuno, merecía la pena, así no teníamos tiempo que perder durante la visita. Os facilitamos un mapa para que no os perdáis mientras nos acompañais durante el viaje.

Atravesamos el primero de los puentes y nos vamos haciendo a la idea de lo bonita que es la ciudad:

Continuamos hasta llegar a un parque donde encontramos uno de los entretenimientos de la ciudad, la pintura, mucha gente, aprovechando el buen tiempo, salía a pintar:

Nuestra primera parada en el camino era La catedral Sint-Salvatorskathedraal, es la parroquia más antigua de Brujas.

Precio: Gratuito.
Horario: De lunes a viernes: de 10:00 a 17:30 horas. Sábados y domingos: de 11:30 a 17:00 horas.
La ciudad es un encanto, recomendamos dar un paseo sin mirar el mapa y perderse por las calles, ya que miremos donde miremos es espectacular.

Casi sin darnos cuenta, llegamos a la Grote Markt, digamos que se cumple el refrán de "todos los caminos llevan a Roma", en este caso todas las calles desembocan en la gran plaza del mercado. Cada miércoles montan un mercado en la plaza siendo uno de los mercados más importantes de la región. Uno de los edificios más llamativos de la plaza es El campanario Belfort, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es posible subir a ella, aunque suele haber largas colas. Son 366 escaleras muy estrechas, tanto que para subir, hay que esperar a que baje el grupo anterior de personas.

Precio: Adultos: 8€. Mayores de 65 años y menores de 25 años: 6 €. Menores de 5 años: gratis.
Horario: Lunes a domingo de 09:30-17:00 (último acceso a las 16:15).
Al otro extremo de la plaza, tenemos un conjunto de casas que dan una preciosa imagen a la plaza.

Tras visitar la Grote Markt, nos dirigimos a La Plaza Burg, donde podemos ver el ayuntamiento de Brujas. Ambas plazas están conectadas por la Breidelstraat.

Una vez visitada la zona del ayuntamiento, nos dirigimos a la esquina del canal Dijver, desde donde tendremos esta espectacular panorámica:

Justo al lado hay un embarcadero desde donde cogimos un ticket para hacer un viaje por los canales de la ciudad.
Precio: 7€.
Horario: Varía dependiendo de la época del año.
Duración: 30 mins.
Durante el paseo, el conductor nos va explicando cada uno de los puntos de interés que nos vamos encontrando de camino:

Las vistas desde la barca merecen muchísimo la pena:

El tour acabó en el mismo punto donde lo habíamos cogido, justo a los pies de la iglesia:

Por último, fuimos a los exteriores de la ciudad donde podremos ver los molinos de Kruisvest, situados en un inmenso parque, forman una de las estampas típicas de Bélgica y de Holanda.

Precio: 2€ Adultos, 1€ menores de 26 años.
Horario: De 09:30 a 12:30 y 13:30 a 17:00.
Tras esta toma de contacto, aparcamos la cámara y nos dedicamos a disfrutar de la ciudad, paseando por sus calles y tomando algo en las terrazas llenas de gente. Brujas es una ciudad pequeñita que se ve sin necesidad de tener que disponer de mucho tiempo y que sin duda os sorprenderá.