Día 7: Cinque Terre
Florencia
Debido a la distancia que hay entre Florencia y Cinque Terre, tuvimos que madrugar mucho para coger el tren en Santa María Novella. Teníamos los tickets comprados con destino Monterosso que partía a las 7:45. Nos esperaba un viaje de casi 3 horas.
Precio: 17,50€. El precio varía en función del horario elegido.
Duración: 2 horas 50 minutos.
Cinque Terre
Se conoce como Cinque Terre a la porción de la provincia de La Spezia que forman cinco pueblos, que son: Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore. Entre cada pueblo hay muy pocos kilómetros y están muy bien comunicados gracias al tren, por lo que no recomendamos en absoluto visitar los pueblos en coche debido a que es bastante complicado aparcar.
Existen varias rutas que están habilitadas para hacer senderismo y llegar así al siguiente pueblo. Aunque no todas están habilitadas debido a su estado. Cuando nosotros viajamos sólo estaba habilitada la ruta que se conoce como "La via dell'amore", que une Manarola con Riomaggiore, pero ojo, estas rutas tienen un coste. Recomendamos que compréis la tarjeta conocida como "Cinque Terre Card", es una tarjeta gracias a la cual tendremos los trayectos en tren gratuitos entre los diferentes pueblos, el uso gratuito de los servicios y además os facilitarán un acceso a la red WiFi de cada estación.
Precio: 7,5€ Ticket válido para 1 día.
¿Dónde comprar? En cualquiera de la estación de los 5 pueblos y además en La Spezia Centrale.
¿Qué incluye? Trayectos en tren, el autobús de Corniglia (muy recomendable), uso de los WCs y conexión WiFi.
Monterosso al Mare
El primer pueblo de nuestra ruta fue Monterosso al Mare, nada más bajar del tren fuimos a la ventanilla a comprar la "Cinque Terre Card". Tras comprar la tarjeta es necesario sellarla en una de las máquinas que hay a la entrada de la parada de tren.

Después de sellarlo fuimos paseando hasta llegar al acceso a la playa a ver uno de los puntos de interés del pueblo, la estatua Il Gigante que representa a Neptuno sujetando la Torre Aurora. La estatua es impresionante:


Después fuimos a una cafetería a desayunar algo, que después del madrugón necesitábamos un café que nos hiciera volver a la vida!
Habíamos leído que Monterosso no tenía mucho para ver, por lo que después de visitar la playa, volvimos a la estación de tren para ir a Vernazza.
Vernazza
El trayecto en tren es tan corto que no merece la pena casi ni sentarse. Nada más llegar, bajamos por las escaleras y nos metímos directos en el casco antiguo de Vernazza. Uno de los pueblos que destacaríamos, sin ninguna duda, merece la pena parar al menos un par de horas. Os dejamos un mapa con los puntos desde donde podréis tener las mejores vistas de la ciudad:

La primera de ellas es desde donde acaba el sendero que viene desde Monterosso a Vernazza, tras dialogar con la persona que está en la caseta preparada para cobrar a los que vienen haciendo la ruta a pie y pedirle permiso para sacar solo la foto, accedió sin ningún problema. Las vistas desde aquí son increíbles:

El siguiente punto es desde el puerto:

El tercer punto es desde el Castelo de Vernazza, para subir hay que pagar 3€, no merece la pena, nosotros accedimos a pagar pensando que las vistas merecerían la pena, pero tras subir nos quedamos un poco decepcionados:

El cuarto punto es desde la torre de Vernazza.

En el casco antiguo vimos un local donde vendían conos de cangrejo y de chipirones, no pudimos resistir la tentación y acabamos comprando uno para comerlo tranquilamente mientras esperábamos al tren para ir a Corniglia.

Corniglia
Es el único de los cinco pueblos que no tiene acceso al mar. Para subir desde la estación de tren hasta el pueblo es necesario subir 377 escaleras, ya que el pueblo se encuentra en lo alto de una colina. En cambio, si has optado por comprar la Cinque Terre Card, hay a nuestra disposición un autobús cada 10 minutos que nos deja a la entrada del pueblo y nos ahorra el tiempo y el cansancio!

De Corniglia no esperábamos gran cosa, sabíamos que era un pueblo pequeñito con un casco antiguo muy bonito y poco más.

Aprovechamos las tiendas que había en el casco antiguo para comprar una postal. Además nos llamó especialmente la atención el tamaño de los limones! Era algo típico de allí:

Dimos una vuelta por el casco antiguo, aprovechamos para comprar unas postales de recuerdo y después de una hora volvimos al tren hacia Manarola.
Manarola
Es sin duda uno de los pueblos más bonitos de los cinco, probablemente si nos tuviéramos que quedar con alguno, sería este.

Manarola tiene un punto desde donde se pueden tener las mejores vistas del puerto y es desde el cementerio, aunque suene raro, el cementerio se encuentra en lo alto y nos permite tener la siguiente panorámica:

También podéis obtener una buena imagen, aunque con menos altura, desde el camino que rodea la ciudad:

Dando una vuelta por el casco antiguo, vimos una tienda de helados a la que no nos pudimos resistir. Había tantos sabores que no sabía ni cuál elegir... me arriesgué, por eso de no pedir siempre el mismo (el de Nutella es un vicio), pense ummm Kiwi, el mayor error de todo el viaje...
Ya sólo nos quedaba el último pueblo de los cinco para visitar, Riomaggiore, nos montamos en el tren y después de unos minutos llegamos al destino.
Riomaggiore
Igual que en los otros pueblos, salvo en Corniglia, la estación de tren estaba relativamente cerca del puerto, atravesando un túnel llegamos justo al centro.

Las mejores vistas del puerto son justo al final del paseo, justo en frente del edificio rojo. Es posible bajar a las rocas, pero tened cuidado que algunas resbalan. Esto os permitirá tener unas mejores vistas de todo el puerto.


Nuestro tren con destino Florencia salía en torno a las 18:45, teníamos un largo trayecto y no queríamos llegar excesivamente tarde.
Florencia
Llegamos cerca de las 22:00 a Santa María Novella, como no teníamos muchas ganas para preparar algo para cenar, de camino a casa paramos a comer algo y dimos por terminado el día.