Día 1: Colonia

Aterrizamos en torno a las 15:00, tras esperar la salida de las maletas nos disponemos a coger el tren que comunica el aeropuerto con el centro de la ciudad. Cogimos la línea S13 que en escasos 15 minutos y tras varias paradas nos dejará en la estación central de Colonia. La estación no puede estar en una ubicación mejor ya que nada más salir y girar a la cabeza a la izquierda vemos la impresionante Catedral de Colonia. Como era de esperar no pude resistir las ganas de sacar la primera foto a la Catedral:

Lo primero que queríamos hacer era librarnos de las maletas, así que fuimos en busca del hotel, que estaba relativamente cerca del centro y gracias a una promoción, lo conseguimos a un precio muy asequible.
Después de descargar las maletas, cámara en mano, salimos a la calle a dar nuestros primeros pasos por la ciudad. Lo primero que queríamos visitar era la Kölner Dom, la catedral es la más grande del país. Se dice que dentro se encuentran los restos mortales de los Reyes Magos de Oriente.

KÖLNER DOM
Precio: Entrada gratuita. Subida a la torre: 3€. Cámara del tesoro: 5€
Horario: De noviembre – Abril: 6:00 a 19:00. De mayo a octubre: 6:00 a 21:00.

El interior es precioso, la catedral tiene una altura increible y gracias a la luz que traspasaba las vidrieras se iluminaba por completo:

Decidimos pagar la entrada a la torre, comenzaba una subida de exáctamente 533 escaleras para llegar al punto más alto de la torre. Las vistas desde arriba son espectaculares:

Tras volver a bajar las escaleras y descansar un ratito, pusimos rumbo a Stapelhäuschen, justo detrás de la Iglesia del Gran San Martín. Es un barrio conocido de Colonia ya que es de las pocas zonas que quedaron intactas tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. El lugar perfecto para tomar algo en la terraza y esperar al atardecer:

Los colores de las fachadas son muy llamativos:

Descansamos en una de esas terrazas tomando algo y disfrutando del ambiente hasta el atardecer ya que para finalizar el día teníamos previsto cruzar a la otra orilla del Rin, a través del puente Hohenzollernbrücke, es una de las zonas más fotografiadas por la noche, de verdad que sobran las razones:

Tras esta primera toma de contacto, volvimos al hotel a descansar y así aprovechar el día siguiente para sacar el máximo partido a la ciudad.