Día 10: Luxemburgo
Dinant
Habíamos descansado como nunca, probablemente en el mejor hotel de todos los que habíamos elegido de toda la ruta, fue todo un acierto haberlo escogido.
Como nos cogía de camino, decidimos parar a desayunar el Luxemburgo, ya que al mediodía queríamos estar de nuevo en Francia para poder visitar los campos de batalla de la I Guerra Mundial, por lo que no perdimos ni un instante y emprendimos el camino hacia Luxemburgo. Antes de salir aprovechamos para comprar algo de comida, ya que el viaje de hoy iba a ser en carretera y temíamos que no nos daría tiempo a parar a buscar un restaurante.
Luxemburgo
Después de una hora y media de coche, entramos al pequeño pais. Un país que tiene 3 lenguas como oficiales, el francés, alemán y el luxemburgués. Es miembro fundador de la Unión Europea y el segundo país más rico del mundo. Por lo que podemos deducir que todo lo que podemos encontrar en el país es bastante caro, sin embargo, a nosotros no nos pareció que tuviera precios prohibitivos, eran algo más caros que a lo que estamos acostumbrados, pero nada exagerado.
Aparcamos el coche en el parking Guilleaume, bastante céntrico pero como no íbamos a pasar mucho tiempo en la ciudad, consideramos que merecía la pena aparcar algo más cerca.
Al salir del parking nos encontramos con el Ayuntamiento de la ciudad:

En la misma plaza encontramos la oficina de turismo, donde solicitamos un mapa de la ciudad, os lo facilitamos a continuación:

Con el mapa en la mano, comenzamos visitando la Catedral de Notre Dame:

Continuamos hasta encontrarnos con el Palacio de Justicia:

Nuestra siguiente parada sería uno de los rincones más interesantes de la ciudad, "el balcón de Luxemburgo", del que se dice que es el balcón más bonito de Europa, donde desde lo alto se puede ver toda la calle "Chermin de la Corniche". Son vistas muy bonitas, aunque nos parece un poco arriesgado el título de balcón más bonito de Europa:

Podemos ver la iglesia Saint Jean que destaca por encima de todo el barrio:

Si continuamos el camino, podemos ver la entrada a una de las casamatas de la ciudad, las Casamatas del Block, fueron creadas durante el Siglo XVII y tienen más de 40 metros de profundidad en la roca y más de 23 Km de recorrido. A lo largo de la historia, como en la Primera y Segunda Guerra Mundial, fueron utilizados como refugio. A día de hoy son visitables:

Precio: Adultos 4€ | Menores 2,5€.
Horario: De 10:00 – 17:00
Después de la breve visita a la ciudad, volvimos al parking y continuamos nuestro viaje para llegar a Francia, en concreto hasta Verdún, una ciudad que tiene un gran impacto en la historia.
Antes de llegar, paramos en un supermercado a comprar algo de comida precocinada, donde encontramos un delicioso pollo con patatas ya asadas, envasadas, listas para comprarlas y no lo dudamos ni un instante. Movimos el coche a la sombra, sacamos los platos de camping y comimos mientras tratábamos sin éxito espantar a todas las avispas que querían su parte. Finalmente nos rendimos y tuvimos que comer dentro del coche haciendo malabares para no manchar nada!
Después de comer, continuamos la marcha hasta Verdún.
Verdún
Se encuentra en la región francesa de Lorena y es conocida por su papel durante la Primera Guerra Mundial. La cifra de casi un millon de muertos y heridos en 10 meses, hace que históricamente se conozca como una de las batallas más largas y sangrientas de toda historia bélica. Fue una dura batalla que data entre el 21 de febrero y el 18 de diciembre del año 1916. Una guerra conocida como la guerra de trincheras entre alemanes y franceses que luchaban por hacerse con uno de los puntos estratégicos de la batalla, El Fuerte de Douaumont. Se calcula que más de 37 millones de proyectiles se dispararon e impactaron en la región durante los meses de la batalla.
Según nos acercábamos a Verdún, en los pueblos cercanos, vimos los primeros memoriales y cementerios de guerra, casí hasta donde nos alcanzaba la vista, veíamos cruces, con los nombres y cargos de las víctimas.


Aprovechamos que cerca del cementerio había un pequeño banco a la sombra, donde hicimos nuestra parada para comer.
Después de la parada, continuamos el camino hasta el Osario de Douaumont y su cementerio militar.
Osario de Douaumont
Antes de llegar se observa desde la distancia una enorme torre de 46 metros de altura en forma de obus, que utilizamos como referencia para llegar al lugar. Tiene un amplio parking gratuito donde dejamos el coche y nada más bajarnos, vimos la grandeza de la torre:

Justo frente a la torre, nos encontramos con 15.000 tumbas de soldados franceses identificados:

Sin embargo, dentro del complejo podemos visitar 46 tumbas colectivas donde se encuentran los cuerpos de 130.000 soldados franceses y alemanes sin identificar. Además dentro encontraréis testimonios de supervivientes, junto con documentales de la batalla. También es posible subir a lo alto de la torre para poder ver la terrible panorámica de las cruces.
Precio: Adultos 5€ | Menores 3€.
Horario: De 09:00 – 17:00
Caminar por las cruces, del mismo modo que ya hicimos por los campos de los cementerios de la II Guerra Mundial fue sobrecogedor.

Después de la visita, nos dirigimos hacia El Fuerte de Douaumont.
Fuerte de Douaumont
Es uno de los puntos estratégicos por los que se luchó durante la batalla de Verdún. Los alemanes asaltaron el fuerte y rápidamente se hicieron con él debido a la poca resistencia francesa que encontraron, únicamente 58 soldados franceses lo defendían, este hito marcó el inicio de la batalla, aunque, posteriormente, los franceses al recuperarlo, provocó también que marcara el final de la historia más sangrienta de la que se tiene constancia.
Nos encontramos de camino al Fuerte, cuando nos encontramos con las primeras trincheras que se utilizaron en la batalla, se mantienen en muy buen estado a pesar de estar en pleno bosque:


Algunos de los cuales estaban reforzados con madera para evitar su derrumbe:

Después de visitar las trincheras, fuimos al Fuerte, el cual es visitable y podemos recorrer los kilómetros de túneles que hay en su interior.

Es increíble ver las marcas de la guerra:

Aquí podemos ver las marcas de los bombardeos, similares a las de Pointe du Hoc, que tuvieron que soportar durante el enfrentamiento:

Después de la visita a los campos de batalla de la Gran Guerra, cogimos el coche y nos dirigimos a nuestro último punto del día, Metz.
Metz
La ciudad se encuentra a 1 hora del distrito de Verdún, la escogimos por estar bastante cerca a los campos de batalla y como realmente no considerábamos dormir en el centro de la ciudad, lo hicimos en el B&B Hotel Metz, el cual estaba muy bien equipado y la habitación estaba limpia, pero si realmente lo que buscáis es estar más céntricos, os recomendaríamos que busquéis otro.
Tras deshacer el equipaje, cogimos el coches y nos dirigimos a uno de los puntos más curiosos de la ciudad antes de que anocheciera, fuimos a ver el Plan d’Eau, un inmenso parque que rodea un lago artificial, donde podemos ver un Tori (una puerta japonesa) el cual sirve como marco de la Catedral de San Esteban.

Después de dar un paseo por el parque, fuimos al centro de la ciudad, donde dejamos el coche en un parking privado cerca del casco histórico. Tuvimos que esperar para entrar, ya que había un espectáculo en la ciudad, lo que provocó el colapso de muchos de los parkings. Finalmente y tras aparcar el coche fuimos a ver la Île du Petit Saulcy y el Templo Nuevo:

Aprovechamos que eran las 21:00 para buscar un restaurante donde cenar, escogimos el Le Comptoir, donde hacen unas increibles hamburguesas!
Tras la cena, volvimos al aparcamiento y volvimos al hotel, al día siguiente llegaríamos a la ciudad de la mostaza, a Dijon.