Día 4: Moscú
Moscú
Nos levantamos aún agotados después de la caminata de ayer, pero con muchas ganas del día de hoy, nuestra primera visita del día era el mercado Izmailovo, el lugar donde recomendamos comprar los souvenirs típicos de Rusia, el precio es mucho más económico que los que podéis encontrar en Moscú.
Tras desayunar en un bar al otro lado de la calle del hotel, no os podéis hacer a la idea lo bien que se como en Rusia, pusimos rumbo a la parada de metro Ploschad Revolutsii.
Mercado Izmailovo
La mejor parada de metro en la que podéis bajar para visitar el mercado es Partizanskaya y una vez fuera de la parada continuad el camino de la izquierda. Tras 10 minutos caminando llegaréis a la entrada. No parecía real, daba la sensación de estar a la entrada de un castillo gigante de juguete y que nosotros éramos los muñecos con los que alguien jugaría.

Precio: La entrada es gratuita.
Horario: El mercado está abierto todos los días de la semana, aproximadamente de 10 h a 18 h. Nosotros lo visitamos un domingo por la mañana ya que nos habían recomendado ir en fin de semana porque es cuando más puestos hay abiertos.
Cruzamos el portón gigante y entramos dentro del recinto, la primera parte del mercado, está destinada más a la artesanía, manualidades y comida. Está formado por unos edificios preciosos de madera alucinantes, con una decoración cuidada hasta el mínimo detalle:


Pasamos a la segunda parte del recinto en la que principalmente podemos encontrar desde mercados de segunda mano, mercados de antiguedades, cámaras de fotos antiquísimas, cuadros, gorros típicos y no podían faltar una colección inmensa de Matriuskas:

Es una visita que no está dentro de muchas guías, pero fue una de las mejores sorpresas de nuestro viaje.
Después de hacer las compras típicas para los familiares y amigos, fuimos a comer al restaurante Grabli, muy cerca de Novokutneskaya. Un restaurante buffet con una decoración muy curiosa, como la recomandaban por Internet, allí fuimos.

Tras haber repuesto fuerzas y haber descansado un poco, nuestro siguiente destino estaba algo apartado del centro Moscú, era el parque Kolómenskoye, nos montamos en el metro y bajamos en la parada con su mismo nombre.
Kolómenskoye
Un parque inmenso, como todo en Rusia, situado a orillas del río Moscova y nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Os dejamos un mapa del parque:

Lo primero que fuimos a visitar fue la agrupación de edificios de madera que podéis ver en el mapa a la izquierda:

Continuamos el camino por el parque para visitar la Iglesia de la Asunción, con ese color y la hierba tan bien cuidada parecía que el paisaje no era real.

En una de las campas del parque aprovechamos para tumbarnos un rato mientras tomábamos un refresco, que menudo calor hacía!
Dentro del recinto, podemos encontrar diferentes iglesias ortodoxas que merecen que os detengáis un rato.
Para finalizar la visita al parque fuimos al Palacio de verano del zar Alexey Mikhailovich, un palacio construido en madera y lo más meritorio, sin utilizar un solo clavo. Simplemente alucinante:

Aún era relativamente pronto y no encontramos mejor momento para visitar el museo subterráneo de Moscú, el gran metro y sus principales paradas más bonitas.
Metro de Moscú
A continuación os facilitamos un mapa de metro con las estaciones más bonitas desde nuestro punto de vista, para que no os perdáis ninguna:
Estación Mayakovskaya | Маяковская

Estación Belorusskaya | Белору́сская

Estación Novoslobódskaya | Новослобо́дская

Estación Prospekt Mira | Проспект Мира

Estación Komsomolskaya | Комсомóльская

Estación Slavyansky Bulvar | Славянский бульвар

Estación Elektrozavodskaya | Электрозаводская

Estación Novokuznetskaya | Новокузнецкая

Tras visitar las paradas clave de Moscú, fuimos a visitar un supermercado, puede sonar extraño incluir un supermercado dentro de un planning de viaje, no es un supermercado cualquiera, es Eliseevsky.
Mercado Eliseevsky
Se encuentra ubicado en el número 14 de la calle Tverskaya. Es un gran palacio reconvertido en supermercado, absolutamente sorprendente:


Nos encontramos con una de las botellas de vodka y Matriuskas más caras que vimos en todo nuestro viaje:

Después de la visita, cenamos en un restaurante cercano antes de llegar a casa. La cena estaba riquísima! Empezamos con la típica ensalada rusa o mimosa, como la conocen allí.

Como siguiente plato pedimos dos platos de Pelemis, unos fritos y otros con salsa de queso riquísimos.

Una vez terminamos de cenar, fuimos a la parada de metro más cercana y volvimos al hotel a descansar.