Día 1: Praga
Praga
Llegamos al aeropuerto de Praga, Václav Havel, en torno a las 10 de la mañana. Nos comentaron que no es demasiado fácil llegar al centro de la ciudad utilizando el autobús, era necesario coger el metro después del trayecto. Existen otras opciones como el tren express y el taxi, pero por tener un coste más elevado descartamos dichas opciones.
Cogimos el autobús número 119, hasta la parada Nádraží Veleslavín, el cual nos dejará en la línea verde de metro. Una vez en el metro fuimos en dirección a Mustek. A continuación os facilitamos el mapa de la ciudad de Praga y de su red de metro.


Precio: 26 CZK (1€ al cambio).
Duración: 1 hora.
Fuimos al apartamento que se encontraba en la mitad de la calle Plachty, no perdimos un instante y salimos a visitar los alrededores antes de la hora de la comida. Es cierto que no es una calle céntrica de Praga, pero en unos 10-15 minutos caminando llegábamos a los puntos más característicos de la ciudad. Tras cruzar el puente Jiráskův most, nos encontramos con la Tančící dům, la famosa casa danzante creada por Frank Gehry.

Justo en frente de la casa danzante nos encontramos la torre de agua Šítkov, la cual se abastece de agua del río Moldava.

Continuamos caminando en paralelo al río y no tardamos en encotrarnos con el Teatro Nacional, el edificio más importante en cuanto a música se refiere en todo el país.

Precio: Oscilan entre las 50 y 980 CZK.
Horario: La taquilla está abierta todos los días de 10:00-18:00 horas. Hay representaciones de ballet, teatro y óperas diarias entre las 14:00-19:00 horas.
Justo en frente de la ópera nos encontramos otro de los puentes de la ciudad, Most Legií. En sus orígenes, el puente era un puente metálico similar al Puente de las Cadenas de Budapest (de hecho tuvo su nombre durante un periodo de tiempo). Sin embargo el puente tuvo que ser remodelado para permitir el transporte de vehículos pesados y a finales del Siglo XIX sustituyeron el metal por granito y unos arcos de piedra.

A pocos metros y tras pasar la galerías de Karlovy Lázne llegamos a uno de los puentes más conocidos del mundo, El puente Carlos. Es el puente más antiguo de la ciudad y fue contruido para unir la zona del castillo y la Ciudad Vieja. Esta custodiado por 3 torres, dos de ellas situadas en "Mala Strana" (Pueblo pequeño) y la restante en la "Staré Město" (Ciudad Vieja).

La parte más característica del puente son las 30 estatuas que se situan a los lados del mismo. La mayor parte de las esculturas fueron realizadas entre 1683 y 1714, y representan a varios santos y santos patronos venerados en esa época.

Es uno de los puntos más visitados de la ciudad, sobre todo a la hora que llegamos nosotros, el mediodía, vimos tanta aglomeración de personas que pensamos que la mejor opción sería cruzar el puente más tarde.
Continuamos el camino hasta llegar a la Staré Město para visitar la Plaza de la Ciudad Vieja. Es una de las plazas más importantes de Europa, en ella encontraremos el famoso Reloj astronómico, la Iglesia de Nuestra Señora de Týn, y el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja.
La parte frontal de la Iglesia de Nuestra Señora de Týn:

Y a nuestras espaldas, el ayuntamiento y la torre del reloj astronómico.

El reloj astronómico de Praga tiene el mecanismo más antiguo de toda Europa. Cuenta la leyenda que un maestro relojero de la época, creo uno de los relojes más bellos de todo el mundo, tanto fue su éxito de Hanus, el creador del reloj, que rápidamente se extendió el rumor de que un aristócrata alemán le había hecho una propuesta para realizar una réplica exacta a cambio de una gran cuantía de dinero. Hanus fue llevado ante los mandatarios de la ciudad y cuando le preguntaron si era capaz de crear una réplica de su maravilloso reloj, al pensar que le estarían haciendo una oferta económica, Hanus respondió que sí, ante tal respuesta los mandatarios ordenaron que le quemaran los ojos para evitar que fuera capaz de contruir otra obra de arte igual a esta.
Tiempo después Hanus pidió a un amigo suyo que le llevase a la torre del reloj para poder tocar su obra por última vez, cuenta la leyenda que metió la mano en la maquinaría, lo que provocó que el mecanismo se estropeara y se le seccionara la mano. Hanun murió desangrado en ese mismo instante. Las dos veces más que se ha quedado parada la maquinaría del reloj, han sucedido desgracias en Praga, la primera de ellas se produjo instantes antes de que los Nazis invadieran la ciudad y la otra, en 2002 cuando una inundación asoló la Ciudad Vieja.
A cada hora en punto, sale un desfile de figuras que representan el juicio final. Tened cuidado porque mucha gente se amontona debajo del reloj para poder ver el acontecimiento y ese momento lo aprovechan muchos carteristas para hacer de las suyas.

Precio: 130 CZK (80 CZK para estudiantes y niños).
Horario: De martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas y lunes de 11:00 a 18:00 horas.
Después de ver el espectáculo de la torre del reloj, atravesamos la calle Melantrichova para llegar a la gran avenida que da acceso a La plaza Wenceslao. La plaza tiene una importancia en la ciudad ya que aquí sucedió un acontecimiento importante en noviembre de 1989, cuando una manifestación en contra de la brutalidad policial inició la "Revolución del Terciopelo" y con ello la caída del comunismo. Al final de la plaza podemos encontrar el Museo Nacional de Praga. Mucho ojo ya que por las noches es una zona que puede no ser del agrado de muchos turistas debido al ambiente que puede haber por los diferentes pubs y clubs nocturnos que rodean la plaza.

Precio: 250 CZK (100 CZK para estudiantes y niños).
Horario: De lunes a viernes: de 10:00 a 18:00 horas (miércoles hasta las 20:00 horas). Sábados de 10:00 a 19:00 horas. Domingos de 11:00 a 19:00 horas. Cerrado el primer martes de cada mes.
Para cuando habíamos visitado la plaza Wenceslao, nos dimos cuenta que iba siendo hora de comer algo, por lo que volvimos a la Plaza de la Ciudad Vieja y aprovechamos uno de esos puestos típicos de comida para comer un cacho de cochinillo riquísimo acompañado de, como no, una Pilsner.

Tras el pequeño break, fuimos a la calle Celetná, contigüa a la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn, para llegar a Prašná brána o Torre de la pólvora. La torre fue una de las 13 puertas de la muralla fortificada de Praga. Durante el siglo XVII se utilizó como lugar de almacén de pólvora, de ahí su nombre. Es posible subir a ella, aunque las vistas desde aquí no son igual de bonitas que desde la torre del reloj. A su lado está la Casa Municipal, lugar que destaca históricamente por ser donde se declaró la independencia de Checoslovaquia. A día de hoy alberga espectáculos y una cafetería en su interior.

Precio: 90 CZK (65 CZK para estudiantes y niños).
Horario: Desde noviembre hasta febrero : todos los días de 10:00 a 18:00 horas. Marzo: todos los días de 10:00 a 20:00 horas. Desde abril hasta septiembre: todos los días de 10:00 a 22:00 horas. Octubre: todos los días de 10:00 a 20:00 horas.
Después de esta primera toma de contacto con la ciudad, volvimos al apartamento a descansar de todo el viaje para aprovechar después y ver cómo es el ambiente nocturno.