Día 5: Venecia
Venecia
Amanecimos con un día soleado perfecto para visitar lo poco que nos quedaba por ver de Venecia. Nos dimos una ducha y bajamos a desayunar a una cafetería que habíamos visto de camino al volver al hotel. Cuando estábamos a punto de llegar ya olía a croissant recien hecho, no lo dudamos ni un instante y junto con nuestro café diario desayunamos un riquísimo croissant. Os recomendamos mucho que los probéis en cualquier cafetería, la verdad que están buenísimos.
Tras reponer fuerzas, queríamos visitar la curiosa librería Acqua Alta. Es una pasada ver la cantidad de libros apilados sobre Góndolas, bañeras o estanterías a una altura elevada, para evitar que con las altas mareas se mojen los libros cuando el local se inunde.


Hasta reutilizado los libros que se han mojado para contruir un balcón que nos permita tener unas vistas del canal.

Después de visitar la Librería, fuimos a visitar la isla de San Giorgio Maggiore. Para cruzar a la isla es necesario coger un Vaporetto cerca de los muelles que se encuentran al lado del Palacio Ducal. Sacamos los tickets y nos montamos en el Vaporetto dejando atrás estas espectaculares vistas:

Aprovechando el buen tiempo que hacía, dimos una vuelta a la basílica, las vistas desde este lado de la plaza San Marco son estupendas!


Una vez habíamos visto los alrededores de la isla, fuimos directos a subir al Campanile de la basílica. Decidimos por precio y por afluencia de gente, subir a este Campanile y no al de la plaza San Marco. La panorámica desde este lado es espectacular! Merece mucho la pena!

Precio: Aunque la entrada es gratuita, subir al Campanile cuesta 3€.
Horario: El horario de apertura es de 9:00 a 19:00 en época de verano.
Tras un montón de fotos, bajamos de nuevo al muelle donde cogímos el Vaporetto de vuelta a la plaza San Marco. A pesar de que el día era soleado se veían ciertas nubes que no tardarían en llegar y como teníamos pendiente el paseo típico en Góndola, siguiendo la recomendación del gondolero no lo dudamos ni un instante y nos montamos en la Góndola. Es un paseo típico y caro, tiene un precio fijo estimado entre todos los gondoleros, ninguno cobra menos ni más, el precio estipulado son 80€, algun gondolero hubo que te decía que te hacía precio, pero la verdad que por evitar malos rollos, optamos por el camino típico pasando por debajo del Puente de los Suspiros.



El paseo es super tranquilo, tuvimos suerte con el gondolero que elegimos, era majísimo y nos comentó que habíamos hecho bien porque no tardaría en llover. Después de la ruta establecida, aparcó la góndola donde habíamos empezado. Pagamos a bordo y evidentemente en metálico y fuimos dando un paseo más tranquilo por las zonas que ya visitamos el día anterior.
Cuando estábamos pensando después de todo qué podíamos ver, quizá ir a Burano podría ser una opción, pero por desgracia comenzó a llover de una manera increíble, se inundaban hasta las calles, corriendo fuimos a un supermercado a comprar algo para comer antes de llegar al hotel calados hasta los huesos!
Viendo cómo estaba el tiempo, no merecía la pena ir a Burano a la tarde, lo dejaríamos para mañana a primera hora antes de coger el tren con destino a Florencia. Aprovechamos el resto del día para visitar la ciudad de una forma más relajada.